lunes, 31 de diciembre de 2012

DESEOS


Tantos mitos que existen
para hacernos pedir deseos
que aunque sabemos que no pasarán,
perdimos con toda esperanza y libertad.

El problema comienza
cuando cada vez que lo pido,
pienso primero en ti,
en vez de mí.

Si eso significa amar, 
nunca podrás dudar de mi cariño.
—Mireya López.

jueves, 27 de diciembre de 2012

DOS ETERNIDADES


No puedo soportar 
su ausencia.
Necesito olvidarle.
Explícame que todas 
tus sonrisas son mías.
Enséñame a quererte,
a no extrañarte. 
Enséñame a no 
depender de ti.
Hazme entender que
no eres toda 
mi felicidad.
Desmuéstrame cómo
es perderte.
Cuéntame qué se siente
perder a quien quieres.
Convénceme de que 
la vida continúa 
sin ti.
Recuérdame cada noche
que esas afirmaciones
son sólo ideas absurdas.
Y con un beso
prométeme quedarte, 
no para siempre,
pero sí por las dos
primeras eternidades.
—Mireya López.

NO TE VEN


Entonces te miro y sonríes.
Me miras y sonrío.
Nos miramos y sonreímos.
Pareciera que sólo nosotros
entendemos este idioma.
Te miro y te digo todo,
tú también lo haces.
No me atrevo a negar 
lo que dicen mis ojos.
Ellos son sinceros,
expresan lo que sienten,
se dejan llevar por el momento,
te sonríen,
te acarician la mirada, 
los labios,
hasta tu caminar.
Tu sonrisa los inspira.
Se perderían con tal de verte,
se comunican con tus ojos,
dudan, 
no lo creen,
sonríes, 
sonríen.
Te miran por dos segundos
y no logran olvidarte,
nunca lo hacen,
nunca te olvidarán.
No te ven
y te extrañan.
No te ven 
y me culpan.
No te ven
y se derriten en llanto.
No te ven
y te piensan.
No te ven
y suspiran.
No te ven
y me lastiman.
No te ven,
no te ven porque
no estás.
No te ven, 
y quieren verte,
impacientemente
lo repiten cada día.
Mis ojos extrañan
hablar con los tuyos.
Extrañan amarte con la mirada.
Mis ojos te extrañan,
y yo también.
—Mireya López.

INMENSIDAD


No lo soporto más.
Tengo que decirte que te quiero.
Aunque no me creas,
aunque parezca un mentiroso.
Tengo que decirtelo 
porque te recuerdo
y tu ausencia me asfixia
segundo a segundo. 
Pasan días 
y no estás aquí.
No sé cómo haré
cuando entienda que tal vez
no te vuelva a ver.
No quiero que seas recuerdo,
ni ausencia, 
ni nostalgia.
No quiero recordarte
porque eso significaría
que no estás.
Y deseo que estés.
Tengo que decirte que te quiero,
para que después no sea tarde.
Para que sepas que lo dije.
Para que te quede claro.
Para que no lo dudes.
Pero es que nos conocemos
tan poco, casi nada.
Conozco lo que me dice
tu sonrisa, tu mirada.
Deseo escucharlo de tu boca,
compartir tiempo 
en la inmensidad
y en la realidad.
Déjame quererte 
y te demostraré 
que el amor 
no sólo existe en
los cuentos de hadas.
—Mireya López.

NO SOMOS COINCIDENCIA


Llámalo como quieras, 
No somos coincidencia.
Te encontré cuando 
no estaba buscando.
Te quise sin quererlo.
Te necesité sin necesitarlo.
No somos coincidencia.
Te lo puedo asegurar.
Mi sonrisas son tuyas.
Todo tuyas.
Los escalofríos que 
experimento cuando te veo.
No somos coincidencia.
No te quise porque sí.
Te quise porque somos.
Porque no somos.
Porque seremos y no.
Te quise porque 
no somos coincidencia,
y tú lo sabes.
—Mireya López.

CONMIGO


Yo quiero hacer historia contigo.
No quiero cuentos de hadas, 
ni falsas esperanzas.
Quiero vivir oportunidades 
y desilusiones contigo.
No quiero una película
de ciencia ficción, 
deseo amor real.
Te veo recostada en mi hombro
mientras te acaricio el cabello
y te beso la frente.
Te veo sonriendo
porque me quieres 
y deseando que lo nuestro
nunca se acabe.
Te veo siendo feliz conmigo,
y eso es lo que necesito.
Quiero tu felicidad, 
más allá de quererla, la necesito,
porque hacerte feliz, 
me hará feliz a mí.
Veo tu mano enganchada a la mía,
caminando por la calle,
contándonos nuestros días
y riéndonos por nuestros chistes.
Te veo contenta,
te veo sonriente,
te veo, te veo con
alguien que te quiere.
Te veo conmigo.
—Mireya López.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

VALENTINA


Que lindo nombre tienes.
Casi puedo embriagarme sólo en él,
casi tanto como puedo perderme
en tus ojos con sólo verlos.
Todas las noches salgo en busca 
de sabiduría y de paciencia, 
es ahí donde miro al cielo 
y veo la luna y las estrellas.
Les hablo con sinceridad 
todas las noches desde hace mucho.
Les cuento de ti, 
de las sonrisas que me provocas,
de los momentos que comparto contigo 
y de los que no,
le cuento cuánto te extraño
y cuánto me encanta haberte conocido.
La lleno de preguntas 
que no siempre responde.
La luna sabe todas mis penas,
mi sufrimiento cuando no estás cerca,
ella sabe lo mucho que te quiero.
Nos tenemos confianza.
Ni siquiera tú sabes 
que te aprecio tanto.
No sabes mi color favorito, 
ni la música que escucho.
No sabes en qué gasto mi tiempo, 
ni sabes mis aventuras contigo.
Así mismo, yo no sé esas cosas sobre ti.
Ya tendremos tiempo para conocernos.
Cuando tú decidas quererme 
y cuando yo tenga el valor suficiente
para contestarte con un beso.
Entonces le contaré todo 
a la luna nuevamente,
pero lo haré contigo en mis brazos,
y ella estará celosa,
estará celosa porque al fin te encontré.
Pero te alumbrará todas las noches,
y me contará sobre tu sonrisa 
todas las noches mientras 
duermes soñando conmigo.
La luna y yo seremos 
tus eternos enamorados.
Más yo que ella, 
pero nos tienes a los dos.
Y te escribiré poemas, 
y te dedicaré canciones y letras,
y entenderás que te quiero sin decirlo,
y me querrás como yo a ti te voy queriendo.
No nos perderemos, pero si llegase a pasar...
Tus ojos siempre serán mi guía.
—Mireya López.

martes, 25 de diciembre de 2012

TAL VEZ


No encuentro las palabras adecuadas 
para describirme en este momento.
Me siento solo, vacío.
Comienzo a pensar y en todas partes 
está su recuerdo.
Cada sonrisa mía es suya.
En todos los momentos, 
sean malos o buenos, 
la pienso.
Me torturo pensando en ella, 
lo sé.
Lágrimas empiezan a brotar 
de mis ojos.
Quieren rozar mis mejillas 
y suicidarse desde mi quijada.
Ella no las ve.
Cada canción es ella, 
cada sonrisa, cada lágrima, 
cada pensamiento.
Ella es mi sonrisa 
y mis palabras.
Ella es mi poesía y no podría 
escribir nada sin ella.
Estoy solo, vacío.
Estoy vacío 
de tanta falta 
que me hace.
Entonces la pienso y todo
toma forma.
Mi sonrisa se vuelve permanente 
y luego sin decir nada, 
se desvanece.
Mi sonrisa recuerda 
que no estás cerca, 
que no estás conmigo 
y desaparece.
Tal vez mi sonrisa 
se fue a buscarte.
Tal vez ella regrese 
el día en que te encuentre.
—Mireya López.

Photo: Marc Levy.


Hasta pronto, quizá. De todas maneras, estás aquí, siempre estarás aquí. Sé que, en alguna parte, respiras, y eso ya es mucho. Te amo, —Marc Levy

martes, 14 de agosto de 2012

QUERERTE


Te quiero, distante y todo.
Te quiero, con caricias o sin ellas.
Te quiero, me extrañes o no.
Te quiero, me pienses o no.
Te quiero, estés aquí o allá.
Te quiero, con defectos o sin ellos.
Te quiero, aunque no me creas.
Te quiero, a pesar de que no se lo pueda gritar al mundo entero.
Te quiero, sin más.
Te quiero, cuando mi sonrisa se contagia de la tuya.
Te quiero, por tus ojos.
Te quiero, por tu cabello.
Te quiero, por tu espalda.
Te quiero, porque te quiero.
Te quiero, sin importar cuánto me quieras.
Te quiero, porque me acompañas.
Te quiero, porque me susurras un te quiero al oído.
Te quiero, sin conocerte un cien por ciento. 
Te quiero, me hables o no.
Te quiero, me huyas o no.
Te quiero, estés cerca de mí o no.
Te quiero, como nunca antes quise a alguien.
Te quiero, porque me haces bien.
Te quiero, porque te veo y mi día cambia de color.
Te quiero, porque nadie te quiere como yo.
Te quiero, porque tienes tiempo para mí.
Te quiero, me quieras o no.
—Mireya López.

miércoles, 8 de agosto de 2012

ESTAR CONTIGO

Aunque nos veamos todos los días y nunca nos hablemos.
Aunque nos comuniquemos con solo miradas.
Aunque a veces huyas de mí y yo huya de ti.
Aunque me paralice el miedo de pensar mucho en tu voz.
Aunque mi nombre no se lo susurres a nadie.
Aunque tus sonrisas no sean mías.
Aunque no sueñes conmigo.
Aunque no esperes que te hable.
Aunque no vivas tan pendiente de mí como yo de ti.
Aunque nunca hayas tomado la iniciativa para hablarme.
Aunque hables más duro cuando estoy cerca sólo para hacerme voltear a verte.
Yo quiero estar contigo.
Porque tan solo verte me hace suspirar.
Porque tu apellido se me olvida de vez en cuando.
Porque quiero conocerte.
Porque eres diferente a todas las demás.
Porque me buscas sin decirlo y te preocupas por mi bien.
Porque te das cuenta de mi ausencia.
Porque me quieres aunque no me conozcas.
Porque tienes buena ortografía.
Porque no me has decepcionado.
Porque tienes esa mirada tímida y retadora que me fascina.
Porque volteas la cabeza cuando soy yo quien te quiere mirar.
Porque a pesar de que le tienes miedo a intentarlo, lo tratas de ocultar y lo intentas.
Porque mereces que alguien te quiera.
Porque confío más en ti que en muchas personas que me rodean.
Porque te extraño cuando no estás.
Porque quiero que mis te quiero sean sólo para ti.
Yo quiero estar contigo, sólo contigo.
—Mireya López.